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3 razones para huir de un cliente que dice «Haz lo que te da la gana»

Aparentemente esto puede ser el sueño de cualquier diseñador, sobretodo si acaba de empezar y quiere definir su estilo y desea expresarse. Pero en realidad es lo peor que nos puede pasar como profesionales y hoy te quiero contar porque tienes que huir de un posible cliente que cuando se pone en contacto contigo te dice: haz lo que te da la gana.

1. El cliente no sabe lo que quiere

Si te ha planteado sus necesidades sin muchas explicaciones y ha acabado diciéndote de hacer lo que te da la gana, es muy posible que este posible cliente no tiene claro cual es su objetivo, lo que quiere comunicar, su público objetivo. Y si el cliente no lo tiene claro, ¿vas a leer tú una bola de cristal para descubrirlo? No, definitivamente esto no va a pasar.

[Tweet «Los diseñadores tenemos muchos dones y talentos. La clarividencia no es uno de ellos»]

Antes de aceptar un trabajo, hay que hablar a fondo y redactar un briefing muy detallado. No creerás lo fácil que es desarrollar un trabajo de esta forma. Así sí que puedes meterte en la cabeza de tu cliente y entender sus necesidades: está en sus manos darte las herramientas y el trabajo prácticamente sale solo.

2. El trabajo acabará eternizándose

Supongamos que has aceptado este trabajo, sin nada parecido a un briefing. En el presupuesto que le has enviado, solo están incluidos un determinado número de cambios (que tu habrás calculado para que te salga rentable el trabajo). Esto no servirá de nada porque ten por cierto que al final el cliente conseguirá marearte y pedirte cambios una y otra vez. Lo hará con la excusa de que todavía no habéis llegado a un entendimiento, y que él interpreta como «cambios» pequeñas correcciones al trabajo final. Tu deberías ser firme y decir que no hay más cambios disponibles y que empezarás a cobrarlos. Pero lo mas probable es que acabarás haciéndole caso.

No te sientas solo en esto, todos hemos pasado por ahí porque todos en algún momento hemos tenido que empezar, hacer experiencia y llenar nuestro portfolio. Pero lo único que consigues, es regalarle trabajo al cliente y regalarte a ti mismo una divertida gastritis y varias noches en vela.

3. Este trabajo no te representará

Si has llegado hasta este punto, esto quiere decir que, aunque con mucho sufrimiento, has conseguido sacar adelante el trabajo y has conseguido este don que nadie posee: entrar tu solito en la cabeza de una persona para entender que quiere hacer con su vida. ¡Enhorabuena! Ahora pero mira tu trabajo: ¿te gusta? ¿harías lo mismo para ti? ¿estas orgulloso de ello? Tengo la sensación de que no, de que no representa para nada tu estilo y tu personalidad; está tan alejado de ti que estas pensando seriamente en no ponerlo en tu portfolio. Acabas tan harto que lo único que quieres es terminar ya y no tener ninguna relación con esta persona. Además has perdido mucho tiempo, y por consecuencia mucho dinero con lo cual este trabajo no te ha aportado ningún beneficio, ni económico ni creativo.

Entocnes, ¿has conseguido cumplir con los objetivos propuestos antes de empezar este trabajo? Si se te han olvidado de lo mareado que estás, te los recuerdo yo: hacer experiencia, definir tu estilo, llenar tu portfolio y ganar algo de dinero. ¿Ahora? ¿Sientes que has cumplido? Yo se que no, porque he pasado por ello, y te confieso que han sido situaciones tan dramáticas que me han hecho replantear mi profesión, pensar en dejarlo todo y dedicarme a algo simple que no me complicara la vida.

[Tweet «No tengo que dejar el #diseñografico por culpa de clientes tóxicos, tengo que dejarlos a ellos»]

Luego se me van los nervios y consigo pensar más en frío y me doy cuenta de que adoro mi profesión, disfruto con mi boli de la tableta gráfica en mano, mirando y perfeccionando vectores, retocando fotografías, y eligiendo tipografías. Entonces, ¿porque debería dejarlo? Lo que ahora se, es que no es mi profesión la que tengo que dejar, si no estos clientes tóxicos que me amargan la vida.

Porque la buena noticia es que los buenos clientes ¡sí existen!

Y ahora un pequeño extra: una imagen que me encontré hoy justamente mientras redactaba este post! Es de Le pasó a un diseñador y me hizo pensar que este sentimiento es bastante común en nuestro maravilloso mundo del diseño gráfico.

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¿Te sientes reflejado por estas historias? ¿Como has reaccionado ante esta situación? Estaría super feliz si te animaras a contar tu historia en los comentarios. ¡Te espero!

Valentina Musumeci
Valentina Musumeci
https://livinglavidacreativa.com/

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