Este ha sido un mes algo peculiar. De hecho, acabo de volver a escribir, después de tres semanas de parón. Lo he contado tanto en mi cuenta de
instagram como en mi
newsletter: mi ordenador me ha dejado tirada. Un día, mientras contestaba a las
preguntas diseñeriles que me hacen mis amigas de Snapchat, intenté encender el ordenador y no hubo manera.